Descubre la ROG Xbox Ally X: hardware potente, juego en la nube y controles ergonómicos. ¿Podrá desafiar a la Nintendo Switch 2?
El anuncio de la ROG Xbox Ally X y ROG Xbox Ally durante el Xbox Games Showcase 2025, en colaboración con ASUS, marca el ingreso de Microsoft al competitivo mercado de consolas portátiles luego de una serie de filtraciones.
Con la Nintendo Switch 2 recién lanzada, estas consolas buscan destacar con hardware avanzado, accesibilidad mejorada y un ecosistema robusto. Analicemos sus características de hardware, accesibilidad, juego en la nube, controles y los desafíos de esta audaz propuesta.
Hardware de vanguardia
La ROG Xbox Ally X, en color negro con 1 TB de almacenamiento SSD, y la ROG Xbox Ally, en blanco con 512 GB, ambas ampliables mediante microSD o M.2 2280, están impulsadas por el procesador AMD Ryzen Z2 Extreme (8 núcleos, 2.0-5.0 GHz) y una GPU Radeon 880M (RDNA 3.5). La Ally X incluye la variante Ryzen AI Z2 Extreme, con una NPU XDNA 2 de 50 TOPS que optimiza funciones como el Gaming Copilot.
Con 24 GB de RAM LPDDR5X-8000 y una pantalla Full HD de 7 pulgadas (120 Hz, FreeSync Premium), ambas consolas ejecutan juegos AAA a 1080p y 60 fps, superando al Steam Deck. La batería de 80 Wh mejora la autonomía, pero su peso de 715 gramos podría ser un inconveniente frente a los 530 gramos de la Switch 2.
Accesibilidad centrada en la experiencia
El botón Xbox dedicado, un pilar central de ambas consolas, abre el Game Bar de Windows 11, facilitando la navegación y el acceso a aplicaciones sin depender excesivamente de la pantalla táctil. Esta interfaz optimizada, junto con funciones de accesibilidad como controles personalizables y soporte para Gaming Copilot (potenciado por la NPU en la Ally X), hace que las consolas sean intuitivas para diversos usuarios.
Un lector de huellas compatible con Windows Hello refuerza la seguridad. Sin embargo, la complejidad de Windows 11 podría ser menos accesible que el sistema operativo simplificado de la Switch 2.
Juego en la nube: una ventaja competitiva
La integración con Xbox Game Pass y Xbox Cloud Gaming es un diferenciador clave. Ambas consolas permiten acceder a títulos de Xbox, Steam, Epic Games Store y más, con Xbox Play Anywhere para sincronizar progresos entre dispositivos.
La conectividad Wi-Fi 6E asegura un streaming estable, ofreciendo flexibilidad para jugar localmente o en la nube. Frente a la Switch 2, que carece de un ecosistema de nube comparable, esta versatilidad es una fortaleza, aunque depende de una conexión a internet confiable.
Controles ergonómicos
Inspirados en el mando de Xbox, los controles incluyen gatillos de impulsión (en la Ally X), un D-pad de ocho direcciones y joysticks con anillos de iluminación personalizables. Los agarres contorneados mejoran la comodidad, superando a los Joy-Con de la Switch 2, que requieren accesorios adicionales.
No obstante, el peso de las consolas podría afectar la ergonomía en sesiones prolongadas, especialmente en la Ally X.
Un desafío frente a Nintendo
Lanzar la ROG Xbox Ally X y Ally en 2025, con la Switch 2 ya en el mercado, es una jugada arriesgada. La Switch 2, con su pantalla de 7.9 pulgadas, soporte 4K en modo docked y un precio de $449, capitaliza la lealtad a Nintendo y sus exclusivas como Zelda y Mario.
Aunque la Ally X (1 TB) y la Ally (512 GB) destacan por su potencia y el botón Xbox dedicado, enfrentan retos. La percepción de Windows 11 como menos optimizado para portátiles y la falta de un precio anunciado podrían limitar su adopción frente a la simplicidad de Nintendo.
ROG Xbox Ally apuesta a al riesgo
La ROG Xbox Ally X (negro, 1 TB) y ROG Xbox Ally (blanco, 512 GB), con su botón Xbox dedicado, hardware avanzado y juego en la nube, representan una propuesta innovadora, pero demasiado arriesgada. Su éxito dependerá de un precio competitivo y de superar las limitaciones de Windows 11.
En un mercado dominado por Nintendo, Microsoft y ASUS han dado un paso valiente, pero el tiempo dirá si redefinirán el gaming portátil.